12.6.10

"Intervención" en zona penquista



“NO PISAR”.
Ohiggins con Lautaro llegando a San Martín.


En la vereda, a menos de media cuadra para encontrarnos con el hospital Regional de Concepción, se encuentra en el suelo, una caja de cartón desdoblada, la que tiene escrito, no pisar, repetidas veces, exactamente cuatro, dos por lado. Lo más extraño es el lugar donde está emplazada, puesto que calza justo sobre una tapa de alcantarillado de forma cuadrada, por lo que se podría pensar que es una especie de advertencia para no pisarla, ya que quizás se podría correr cierto riesgo. Ahora viene lo mas extraño, porque si mal no recuerdo, esta caja lleva bastante tiempo en ese lugar, diría incluso más de medio semestre, suponiendo que sea la misma caja desde la última vez que la ví.

Lo interesante, está en qué, podemos deducir e incluso ficcionar múltiples razones de; ¿por qué está esa caja allí?, como también, ¿cuánto tiempo lleva ahí? si es que llegó a ese lugar de casualidad o fue intencional, y si fue así ¿quién la puso y por qué razón?
A mi parecer se convertiría en una especie de intervención con autoría fantasmal, porque lleva mucho tiempo allí y no tenemos información de cómo llegó o quién la dejó allí y para qué.
Que hay si es que alguien pretendía una broma, que consistiera en poner esta seudo advertencia, para que la gente no pisara esa zona, pero por otro lado también existe la opción de que hubiese llegado de casualidad a ese lugar sin ninguna intención, sin darle más vuelta y resultara que sólo fue una simple caja contenedora de algún elemento frágil, y de allí el escrito de “no pisar”, pero que después de un tiempo fue a dar a la calle y un auto podría haberla aplastado y ésta se pudo haber abierto, para finalmente terminar dando sobre la vereda, la que a medida del pasar del tiempo, el viento y el caminar de la gente se fue desplazando hasta ubicarse sobre la tapa de la alcantarilla, de la cual aún no se mueve ni nadie la retira porque piensan que esa zona, de cierta forma señalada por la caja rotulada, es riesgosa. Aún así si esto fuera o no cierto, podría continuar fantaseando y construyendo ficciones acerca de la existencia de una caja abierta sobre el suelo. Asimismo mucha gente como también de seguro otras no, le han dado importancia, o se han cuestionado acerca de su presencia.
Lo extraño de la caja es que no posee ninguna marca empresarial, más que las huellas del tiempo y de algunas pisadas valientes o incrédulas que han hecho caso omiso al supuesto mensaje de advertencia.
De seguro es alerta lo que genera en la gente, a pesar que esta calle no es muy transitada, de hecho, las veces que la he recorrido no recuerdo haberme cruzado con nadie, es una calle bastante sola.
De todos modos entre los que la han transitado y notado su presencia frente a esta situación, de seguro, debió haber algunos que prefirieron no arriesgarse y no pisar la “zona”.

En mi caso y para saber si en realidad sucedía algo, la pisé un poco -pero con un solo pie- ya que su presencia de advertencia no me dejaba indiferente. Aunque lo más probable es que cuando pase de nuevo, levante el trozo de cartón- que dibuja una cara de robot en sus dos pestañas- para ver con que me encuentro, si es que realmente hay algo, o si bien no fue mas que nuestra ficción.
Como anécdota, cuando llegué a casa y revisé las fotos pude darme cuenta que aún más mi pie o más bien mi zapatilla aparecía en la foto, en una especie de ironía para con el aviso, hecho del que no me había enterado al tomar la fotografía.

Finalmente por todo lo anterior, es que consideré esta fotografía junto a este espacio de intervención- ya que realmente creí digno de llamarse así- ya que no solo interviene el espacio sino nuestro raciocinio, incluso el que podría transformarse de a poco en una especie de mito, mito urbano.


(Si bien no se consideró una intervención callejera de tomo y lomo, este es mi modo de ver y observar mi entorno, asi voy como flaneur por las calles penquistas.)

1 comentario:

  1. Yo le creo a esa caja , de hecho me hace una particular relacion, con todo lo que desaparace cuando caminamos (en este caso), la caja y su insinuacion escrita develan el suelo, una piel, epidermis o tal vez lugar donde situar una zapatilla, hay varias cosas que desaparecen al caminar, como lo que se habla del cotidiano, la memoria opaca muchas cosas, las llena de polvo, y en este caso el caminar podria hacer algo parecido, o en paralelo,porque si relacionamos esto con tu caminata, ¿cuanto recuerdas de esa caminata?, ¿que lugares ?, calles , ¿o solo recuerdas esa caja?.

    Tal vez ya no existiran mas nubes, ahora se dispondra una palabra gigante en el cielo que diga ; NUBLADO.

    Un abrazo adriana, buen ensayo.

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